Para una correcta ejecución instrumental, además de una buena técnica es necesario disponer de un oído "musical". Un "Oído musical" implica:
- Ser capaz de priorizar el análisis de frecuencias agudas en la banda de 2000 a 5000 Hz, atenuando el resto de frecuencias. Tener una curva de escucha armoniosa y simétrica.
- Tener una espacialización auditiva muy precisa capaz de distinguir el lugar exacto de donde proviene el sonido.
- Contar con la apertura correcta de la selectividad en todo el rango de frecuencias (capacidad de distinguir pequeñas variaciones de frecuencia en todo el espectro audible)
- Usar el oído derecho como director, es decir, que sea el dominante.
Una cualidad que poseen los buenos músicos es que perciben mejor las frecuencias agudas que las graves. Los test de escucha presentan una curva más o menos ascendente entre los 125 y 4000 Hz o incluso 6000 Hz para recaer ligeramente en la zona más aguda. La lateralización auditiva, de forma que el oído derecho sea el oído rector, favorece la eficacia del control audiovocal y permite óptimos resultados en el análisis preciso del sonido y sus cualidades, en especial sus armónicos.
Una persona que disponga de un "oído musical" será capaz de captar toda la gama de armónicos emitida por su instrumento, lo que le permitirá poder controlar mejor la musicalidad de la melodía y controlar el matiz y la calidad del sonido producido por su instrumento.
Fundamento teórico
Mediante la utilización del oído electrónico, se ejercitan los músculos del martillo y del estribo (oído medio), para que sean capaces de adaptarse y poder analizar correctamente toda la gama de armónicos de las frecuencias altas del espectro audible. Este entrenamiento sostenido, crea un efecto de remanencia que permite tener un curva de escucha armónica y simétrica, con un buen control audivocal diestro, sin errores espaciales y sin bloqueos emocionales.
La función de báscula del oído electrónico permitirá la estimulación del oído medio, jugando con los intervalos de retardo (retard y precesión) entre la conducción ósea y aérea, ejercitando de este modo los músculos del oído medio. Por otro lado, la posibilidad de filtro de los sonidos emitidos por su instrumento, así como la posibilidad de dirigir la audición a su oído derecho permitirá un mejor control de la audición de los armónicos agudos por parte de su oído derecho, pasando éste a ser el oído derecho directriz en poco tiempo.
Entrenamiento musical con el Oído Electrónico
Una vez realizada la primera parte de las sesiones de escucha, se procederá a escuchar la música que produce con su instrumento a la vez que tiene puestos los cascos con el oído electrónico. Un micrófono conectado al oído electrónico recogerá el sonido producido por su instrumento y procederá a atenuar las frecuencias graves para acostumbrar al oído a escuchar los armónicos producidos por su instrumento. El juego de báscula del oído electrónico permitirá relajar y tensar el oído medio de forma que sea capaz de distinguir el sonido con menos distorsión, siendo capaz de analizarlo en todo el rango del espectro auditivo: desde su frecuencia fundamental hasta los armónicos más agudos.
A lo largo de estas sesiones podrá comprobar como mejora de forma substancial la calidad y la musicalidad del sonido que es capaz de producir con su instrumento